La labor de los Constantino Kanter, a nuestro juicio no es más que una burda copia de la actividad política que realizara Eduardo Ramírez Aguilar, que lo llevó a Gobernar nuestra Comunidad, con la gran diferencia que a los Constantino le hace falta lo esencial; sensibilidad, moderación, cortesía, trato, relación, y sobre todo autenticidad, en el manejo de este Arte, toda vez que piensan y seguros están que la imagen que se echaron a cuestas con el pueblo es igual o mejor que la que tenía nuestro actual Ejecutivo Municipal, cuando fue candidato del pueblo a la presidencia.
Solo basta recordarles que la historia queda escrita con letras doradas o negras, según el caso, además el pueblo no olvida del actuar de sus pésimos gobernantes y como lo fue el proceder de uno de los miembros del pasado ayuntamiento; un ex regidor que únicamente se dedicó a peinar a los contratistas que realizaron obras en las comunidades rurales del municipio, porque en la ciudad durante esta farsa de mandato nunca se vio una sola acción en beneficio de la zona urbana. (Daremos nombre y apellidos en su momento).
Pero retomando el tema central de esta columna, los que nuevamente intentan regir los asuntos públicos de Comitán, como los Constantino Kanter y a un grupúsculo de personas que se vieron altamente beneficiados en esa suculenta administración, andan nuevamente a la cargada para tratar de hacer relaciones sociales con las distintas esferas del municipio e incrustarse en la ciudadanía y conseguir lo que nunca más lograrán; participar en una nueva contienda electoral, en esta ciudad y la región.
Que conste, este reproche, no es más que la resultante de su proceder que ahora el pueblo de Comitán se los está cobrando a muy bajo precio, pues los comitecos todavía les ha permitido transitar por las calles de la ciudad sin ser más que señalados en esta tierra en donde nunca debieron de haberse refugiado, sino quedarse en San Carlos, Municipio de Altamirano, de donde son originaros, pero como lo mencionamos con antelación, a este pueblo de mujeres y hombres ilustres, forjados por sus más profundas raíces, historia, cultura, principios y valores que nos han caracterizado por nuestro devenir, solamente una vez se les sorprende.
Como ¡Es tiempo de hablar! De continuar en su afán y loca carrera de participar en las próximas contiendas, la sociedad comiteca, les recomienda: utilicen sus neuronas y el gran conocimiento en el arte de hacer política, de las que se han jactado siempre, sean originales aunque sea en el uso de las alquimias que les son características y no traten de imitar los procedimientos y fórmulas que bien le valieron a Ramírez Aguilar, para llegar por segunda ocasión a la Presidencia Municipal del las Nueve Estrellas, de Balún-Canán.